Los trasteros son espacios muy útiles, pero se han convertido en un objetivo frecuente para los ladrones. Por ello conviene conocer la normativa legal que rodea a las cámaras de videovigilancia de estas instalaciones, además de las distintas opciones que puedes elegir.
Muchos robos no ocurren dentro de la vivienda principal, sino en estos cuartos de almacenaje situados en garajes o sótanos. Esto se explica porque suelen estar menos vigilados, lo que los hace más vulnerables.
¿Es legal poner cámaras en el trastero? Normativa y opciones
Por eso, cada vez más personas se plantean instalar sistemas de vigilancia para mantener a salvo sus pertenencias. La pregunta clave es: ¿puedes instalar una cámara en tu trastero sin infringir la ley?
La respuesta varía según el tipo de trastero y las normas de privacidad en España. Desde Yoigo Alarmas, vamos a analizarlo con detalle.

¿Qué dice la ley sobre las cámaras de vigilancia?
La normativa española en materia de videovigilancia busca un equilibrio entre seguridad y privacidad. No todo vale: puedes proteger tus bienes, pero no a costa de grabar espacios ajenos o vulnerar la intimidad de otras personas.
Las reglas principales son claras y conviene tenerlas muy presentes:
- Solo puedes grabar tu propiedad o las zonas donde tengas autorización.
- Si la cámara se coloca en espacios compartidos, la decisión corresponde a la comunidad de vecinos.
- Es obligatorio avisar con carteles informativos de que hay videovigilancia.
- Las grabaciones no pueden almacenarse más de 30 días.
- El audio está prohibido salvo casos muy específicos y justificados.

Estas normas se aplican en todo el país, aunque en algunos municipios pueden existir regulaciones complementarias. El objetivo es evitar abusos y garantizar que las cámaras cumplan una función preventiva y disuasoria, sin convertirse en una invasión de la intimidad.
Con estas bases en mente, es más fácil entender qué pasa en los trasteros.
Trasteros privados: un caso más sencillo
Cuando el trastero es de uso exclusivo, por ejemplo, dentro de una vivienda unifamiliar o en una plaza de garaje cerrada, la instalación de una cámara es bastante simple. Se considera un uso doméstico y no es necesario cumplir con la normativa de protección de datos más estricta.
Eso sí, la cámara debe estar enfocada únicamente al interior del trastero. Si apunta hacia zonas comunes, aunque sea de forma parcial, no se estaría cumpliendo con la legalidad vigente. De hecho, se podría considerar que estás invadiendo la privacidad de otras personas.

En definitiva, en un trastero privado puedes instalar una cámara siempre que su función sea proteger tus pertenencias y no grabar a nadie más.
Este tipo de instalación suele ser sencilla y, además, te ofrece una tranquilidad extra: puedes revisar en cualquier momento si alguien ha intentado forzar la puerta o si todo sigue en orden.
Muchas personas también optan por vincular la cámara a su teléfono móvil para recibir notificaciones automáticas si se detecta movimiento. De este modo, aunque no estés en casa, puedes controlar lo que ocurre en tu espacio privado.
Trasteros comunitarios: normativa más estricta
El caso cambia cuando los trasteros están en zonas comunitarias, como ocurre en muchos edificios de viviendas. Allí suelen estar distribuidos en pasillos o salas compartidas, lo que hace inevitable que una cámara capte a otros vecinos al pasar.

En este supuesto, no se puede instalar una cámara de forma individual, sino que se necesita la autorización de la comunidad de propietarios. La Ley de Propiedad Horizontal establece que la instalación debe aprobarse en junta con el voto favorable de las tres quintas partes de los propietarios.
Una vez aprobado, la comunidad es responsable de cumplir con la normativa: colocar carteles visibles, limitar quién puede acceder a las grabaciones y asegurarse de que las imágenes se borren en el plazo establecido.
Esto garantiza que la videovigilancia se utilice únicamente para mejorar la seguridad del edificio y no para invadir la privacidad de los vecinos.
Además, ayuda a repartir costes y responsabilidades: la comunidad asume el mantenimiento del sistema y el control de las imágenes, evitando que cada vecino actúe por su cuenta.
Es un procedimiento más lento, pero asegura que todos los residentes estén de acuerdo con la medida y que la instalación se realice de manera legal y transparente.
Cámaras con audio: ¿sí o no?
Muchas cámaras incluyen micrófono, pero eso no significa que puedas usarlo. La regla general es clara: no está permitido grabar conversaciones privadas sin consentimiento.
En el caso de los trasteros, lo recomendable es desactivar siempre el audio y centrarse solo en la grabación de vídeo.
Así evitarás problemas legales y posibles conflictos con los vecinos. Además, en la práctica, el audio no aporta un gran valor en este tipo de espacios, ya que lo más importante es registrar si alguien accede de forma indebida.

Optar por imagen sin sonido es la forma más segura y eficaz de utilizar la videovigilancia en un trastero.
Recomendaciones para instalar cámaras en trasteros
Si decides instalar una cámara, ya sea en un trastero privado o comunitario con autorización, conviene seguir unas recomendaciones adicionales para garantizar un uso responsable:
- Orienta el objetivo únicamente hacia tu espacio y evita ángulos que puedan captar zonas comunes.
- Coloca carteles visibles si se trata de un área comunitaria para informar de la videovigilancia.
- Programa la eliminación automática de las grabaciones cada 30 días para cumplir con la ley.
- Restringe el acceso a las imágenes: solo tú, o la comunidad si corresponde, deben poder verlas.
- Asegúrate de que el dispositivo esté protegido con contraseñas seguras para evitar accesos no autorizados.
- Evita el uso de audio y funciones adicionales innecesarias que puedan vulnerar la privacidad.

De esta forma, tendrás un sistema eficaz, ajustado a la normativa y sin riesgos de sanción.
Alternativas a las cámaras de vigilancia
Las cámaras no son la única forma de proteger un trastero. De hecho, en muchos casos se pueden combinar con otras medidas para reforzar la seguridad y lograr un sistema más completo:
- Alarmas específicas para trasteros: detectan movimientos o aperturas y envían notificaciones en tiempo real al propietario.
- Cerraduras inteligentes: permiten controlar accesos desde el móvil y saber quién entra y cuándo. Además, algunas generan registros de actividad muy útiles.
- Sensores de vibración o apertura: se activan en caso de intento de forzado y pueden conectarse a una sirena o a una app móvil.
- Puertas reforzadas: una puerta de calidad con cerradura de seguridad multipunto puede disuadir a muchos intrusos, que suelen buscar accesos más fáciles.
- Seguros del hogar que cubran trasteros: aunque no evitan un robo, sí permiten recuperar parte del valor de lo perdido.

Estas soluciones son 100 % legales, fáciles de instalar y muy efectivas. Además, al no grabar imágenes, eliminan cualquier riesgo de incumplir la normativa de privacidad.
Si quieres conocer más consejos relacionados con la seguridad de tu hogar puedes consultar con nosotros en nuestra web o llamando al 900 622 398, en Yoigo Alarmas siempre estamos a tu disposición.