Las cerraduras electrónicas se han convertido en una opción cada vez más popular para proteger hogares, oficinas y negocios. Eso no significa que los sistemas no pueden fallar, y hoy nos centramos en los problemas más comunes que presentan y cómo evitarlos.
Su comodidad, seguridad avanzada y la posibilidad de gestionarlas a distancia las hacen muy atractivas frente a las cerraduras tradicionales. Pero conviene conocer en profundidad su funcionamiento.
¿Las cerraduras electrónicas pueden fallar? Problemas comunes y cómo evitarlos
Como cualquier dispositivo tecnológico, no están exentas de problemas. ¿Pueden fallar? La respuesta corta es sí, aunque con un buen mantenimiento y algunas precauciones, la mayoría de estos problemas se pueden evitar fácilmente.
Hoy te explicamos todos los inconvenientes que pueden surgir y cómo hacerles frente o prevenirlos, porque tu seguridad y comodidad es lo primero siempre.
Cerraduras electrónicas: seguridad y comodidad
Una cerradura electrónica es un sistema de cierre que utiliza medios electrónicos para abrir y cerrar una puerta, en lugar de depender únicamente de una llave mecánica tradicional.

Pueden funcionar mediante contraseñas, tarjetas de proximidad, huellas dactilares, comandos a distancia o incluso a través de aplicaciones móviles. Un ejemplo es la cerradura electrónica del coche.
Aunque algunas cerraduras electrónicas mantienen un cilindro tradicional como respaldo, la gran mayoría permiten gestionar el acceso de forma digital, ofreciendo opciones como otorgar permisos temporales, supervisar quién entra y sale, o activar el bloqueo de puertas a distancia. Algunas de sus ventajas son:
Mayor comodidad
Olvidarse de las llaves ya no es un problema. Puedes abrir la puerta con tu móvil, tu huella o un código. Esto es especialmente práctico cuando tienes las manos ocupadas o si necesitas dar acceso a otras personas sin tener que hacer copias de llaves.

Control de accesos
Muchas cerraduras electrónicas permiten registrar quién ha entrado y a qué hora. Además, puedes conceder accesos temporales a familiares, amigos o personal de servicios (como limpieza o reparaciones) y revocarlos en cualquier momento.
Seguridad mejorada
Aunque ninguna cerradura es 100% invulnerable, los sistemas electrónicos ofrecen más capas de protección, como alarmas incorporadas ante intentos de sabotaje, bloqueo automático después de varios intentos fallidos o control remoto para abrir o cerrar puertas.
Integración con sistemas de domótica
Si tienes una casa inteligente, puedes integrar la cerradura con otros dispositivos como cámaras de seguridad, alarmas o asistentes de voz, creando sistemas automatizados aún más seguros y cómodos. Un ejemplo son las cerraduras compatibles con Google Home.

Respaldo de emergencia
La mayoría de modelos ofrece soluciones de emergencia, como llaves físicas de respaldo, alimentación externa para casos de batería agotada o desbloqueo remoto a través de la nube.
Tienes que tener en cuenta que las cerraduras electrónicas no son lo mismo que las cerraduras inteligentes. Una cerradura inteligente tiene algunas características de las que no dispone la electrónica. La principal diferencia es que la cerradura inteligente es un elemento domótico, mientras que la electrónica no lo es.
Esta distinción, se traduce en que las cerraduras inteligentes pueden conectarse a una red, ya sea mediante WiFi o bluetooth. Gracias a esto, son programables y pueden abrirse y cerrarse a distancia.
Problemas comunes de las cerraduras electrónicas y cómo evitarlos
Fallos de batería
Uno de los problemas más frecuentes es el agotamiento de la batería. Muchas cerraduras electrónicas funcionan con pilas o baterías recargables, y si estas se descargan por completo, la cerradura podría bloquearse o quedar inutilizada hasta que se recargue o se reemplace la fuente de energía.
Problemas de conectividad
Algunas cerraduras inteligentes se conectan a redes WiFi, Bluetooth o sistemas domóticos. La pérdida de conexión o una señal inestable puede impedirte acceder remotamente o recibir notificaciones, dejando inservibles algunas de las funciones más importantes.

Fallos mecánicos
Aunque el sistema de apertura sea electrónico, muchas cerraduras siguen teniendo mecanismos físicos internos. El desgaste de piezas, la suciedad o una mala instalación pueden provocar bloqueos, atascos o incluso roturas que impidan el funcionamiento correcto.
Errores de software
Como todo dispositivo inteligente, las cerraduras electrónicas dependen de un software que gestiona sus funciones. Fallos en actualizaciones, bugs o incompatibilidades con aplicaciones pueden afectar el acceso, el registro de entradas o la conexión remota.
Manipulación o ataques externos
Aunque son más seguras que las cerraduras tradicionales, las cerraduras electrónicas no son invulnerables. Hackeos, ataques de fuerza bruta o técnicas de sabotaje físico pueden comprometer la seguridad si la cerradura no está correctamente configurada o protegida.
¿Y, cómo podemos evitar estos problemas? Te dejamos algunos consejos clave:
Revisa y cambia las baterías con regularidad
Una buena práctica es no esperar a que la batería se agote por completo. Muchas cerraduras electrónicas avisan con antelación cuando la batería está baja: presta atención a estas alertas y ten siempre pilas o cargadores de repuesto a mano.
Algunos modelos incluso permiten configurar notificaciones en tu móvil para que nunca te olvides.
Asegura una buena conexión
Si tu cerradura depende de WiFi, asegúrate de que la señal en la zona de la puerta sea fuerte y estable. En caso de fallos frecuentes, puedes optar por instalar un repetidor WiFi cerca o usar cerraduras que se conecten vía Bluetooth directamente al móvil para evitar depender de la red en todo momento.
Mantenimiento mecánico
Aunque a simple vista no lo parezca, es importante limpiar y revisar el mecanismo de vez en cuando. Lubrica las piezas móviles con productos adecuados (sin excederte) y asegúrate de que no haya suciedad o residuos que puedan afectar al cierre.
Si notas que la puerta roza o cuesta cerrar, ajústala cuanto antes para evitar forzar la cerradura.
Mantén el software y firmware actualizado
Siempre que el fabricante lance una actualización, instálala. Muchas actualizaciones no solo mejoran el rendimiento, sino que también corrigen errores y refuerzan la seguridad frente a posibles vulnerabilidades.
Mantener el software y el firmware actualizado es clave para evitar fallos de funcionamiento y riesgos de seguridad.
Refuerza la seguridad digital
Utiliza contraseñas seguras y, si tu cerradura lo permite, activa sistemas de autenticación de dos factores. Configura correctamente los permisos de acceso, sobre todo si compartes llaves digitales con familiares, empleados o inquilinos.
También es recomendable cambiar las credenciales por defecto nada más instalar el dispositivo.
Elige modelos de calidad
No todas las cerraduras electrónicas son iguales. A la hora de elegir, apuesta por marcas reconocidas y modelos que cuenten con certificaciones de seguridad. Una cerradura barata puede salir cara si falla en el momento menos oportuno o si es fácilmente vulnerable a ataques.
Por último, solo en caso de que, a pesar de todo, se produzca un fallo imprevisto, la mayoría de las cerraduras electrónicas disponen de sistemas de emergencia, como llaves físicas ocultas, baterías externas de apoyo o aperturas manuales.
Asegúrate de saber cómo funcionan estas opciones antes de que ocurra un problema. Si el fallo no se puede solucionar fácilmente, lo mejor es contactar con un técnico especializado o con el servicio de asistencia del fabricante para evitar daños mayores.
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